martes, 4 de diciembre de 2007

2ª mitad de la semana pasada

Buenas a todos!

como prometí ayer, os cuento el resto de semana y el principio de esta. Hoy ha sido un día distinto ya, me he levantado sobre las 7, me he duchado, he desayunado y he salido a coger el bus que me queda a un minuto de casa. El frío por aquí es del bueno, no es un frío cualquiera, es del que traen de por ahí del norte, así que cuando ha llegado el bus tenía un carámbano colgando de la nariz, unos 50 cm. Entro, le pregunto al conductor: "Este va a Capital Park?" y me dice, no, tiene que haber uno detrás que va... y dice el ayudante que llevaba, "sí ese bus que acaba de pasar". He dicho para mis adentros: "oh, gracias!", le he pedido un billete semanal y me he sentado, sin más a esperar que los dos autobuses se unieran en algún punto, ya que lo de marcar autobuses con el mismo número, terminando en sitios distintos, debe formar parte del folklore de este país. Finalmente, he terminado en la última parada del que iba y por fortuna, tras una lucha de autobuses, como Hamilton y Alonso, ganó el mío y pude coger el que le seguía.

En la oficina, un lunes cualquiera, hoy he aprendido que un programador es aquel que transforma cafeína en líneas de código y todos contentos.

Al salir, estaba programado ir a jugar a los bolos, a cuenta de la empresa, claro. Y allí estábamos todos los de United Colors of Benetton jugando a los bolos: jamaicanos, indios, estadounidenses, escoceses, israelitas, galeses, irlandeses y algún que otro españó perdío in l0nd0n (aunque sea Cámbris). Después de la partida, he cogido panfletos para unirme al club de canicas, porque esto no es lo mío. Los norteamericanos animándome al estilo que ellos saben (todos a una diciendo mi nombre) y lo único que conseguían era que se me fueran las bolas fuera (las de bolos, malpensad@s!).

A la vuelta, me han traido los israelitas y me han dejado en la puerta de casa, he cenado y aquí ando contándoos el resto de la semana pasada. Pues bien:

El jueves, día de no parar
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Voy a resumir un poco, porque quiero irme a acostar. El día se levantó con los pajaritos cantando en el exterior y un rayo de sol entrando por la persiana y una brizna de aire se colaba recordándote que hoy era el día D del mes M, en el que te tienes que quitar del medio toda la mudanza y la limpieza... La Reina, sí, la misma Reina de todos los ingleses, venía a Milton Keynes, pero no aceptó nuestra invitación de venir a echar una mano con la mudanza, así que se quedó saludando a todos los que fueran a verla. Ya la he dicho que si quiere vernos, que venga ella. Pues bien, toooooda la mañana limpia que te limpia: cristales, horno, habitaciones... mete todo en bolsas, lo que falta y ve bajándolo poco a poco hasta hacer una montaña de cosas que comenzaba a hablar de nosequé de los Fraguels... pero no la hicimos caso.

Echa gasolina, ve a devolver unas cosas al supermercado, corre al centro comercial a cerrar temas del banco, cambios de dirección, total, que cuando nos ponemos en marcha para Cambridge, eran las 5 de la tarde en todos los relojes, eran las cinco, en la sombra de la tarde... :-P pues nada, fue llegar, montar un par de cosas, amontonar tooodas las bolsas que teníamos y volver para Milton, para la cena de despedida de Laura.
En el restaurante, nos recibió un robot, del cual todavía no tengo el testimonio gráfico, pero medía algo así como 2 metros y medio y decía cosas en inglés, perseguía a los niños y le mesaba el pelo a los calvos (una mezcla de Michael Jackson-Robocop-Bartolo). Nos cerraban la cocina a las 22h, eran las 21.50 y la gente sin aparecer, así que decidimos entrar y pedir cualquier cosa. No faltó nadie luego. Afuera, un par de avestruces nos miraban con anhelo y pasaba una viejecilla tocando el piano, mientras un saltimbanqui se echaba encima de los hombros una guiri (bueno, supongo que era oriunda). Diréis: "y este qué se ha fumado!?" pues nada, la verdad es que nada, es lo que había fuera y se acabó, ya enseñaré las fotos, cuando las tenga.

De ahí, a tomar unas birras y de ahí a la discoteca. La disco tenía buena pinta: 5 plantas, con distintos ambientes, el caso es que no estaba mal la discoteca, parecía que Milton Keynes se iba a despedir con algo grande! Y sí... se despidió con algo grande, sí... los españolitos nos fuimos a poner al lado de los altavoces, que para que os hagáis a la idea, tiraron 3 vasos al suelo del volumen de la música y me levantaron un graaaaaaaaan dolor de cabeza! Total: Milton Keynes, tooma una mi torso de la mano con una V con los dedos!

Menos mal que las discotecas duran hasta las 3, que si no habría acabado de empalmada. Me acosté a las 4 y a las 6.30h de pie otra vez... carga toooodo en el coche, pasa el aspirador, que se había olvidado, ponlo de copiloto y ale, a trabajar! El caso es que la A14 también tuvo regalo para mi: 2 horas y media de atasco por un accidente en Cambridge, resultado: todas las carreteras de alrededor petadas. Por la ciudad, esquiva a los ciclistas, sin ver por el retrovisor delantero y va y me intentar arrollar una ciclista mientras estaba parado en un semáforo!! A la que dejo un mensaje aquí. "A ver, señora, si usté va en bici y yo voy en coche, no intente empujarme para que me aparte a esa velocidad" y ya me he quedado tranquilo.

Al menos el día en el trabajo, tranquilo, sin agitación aunque con un poco de dolor de cabeza... pero bueno.

Al salir, directamente para casa, a terminar de montar el sofá cama para poder dormir en algún sitio! porque por aquí no se podía entrar en la habitación, ni usar nada, así que, al menos, pude dormir.

El resto del fin de semana, ha sido para montar muebles, limpiar cocina, y ordenar, como se puede... El resultado, como sigue:





Espero que os guste el Ikea-style de la casa, que tiene un nosequé...

Un beso pa tod@s, y a repartir!

2 comentarios:

Kiosuke dijo...

xDDDD cómo te lo pasas.

Y la casa... muy chulo lo que se ver pero... no, no, en mayúsculas... PERO ¿dónde están las cervezas? Dios, vives en Inglaterra y no tienes cervezas a la vista.

Por cierto, parece de catálogo.

Unknown dijo...

Jajaja! Las birras, en el frigorifico aún... esperando que venga algún inglés o algún español a darlas vida!!

Que vaya bien! Un abrazo!